No es sino el verde el color de la envidia.

viernes, 8 de abril de 2011

¡Shhhhh!


¿No la oyes?...
Ya llega tocando su cascabel.
Escribe con un Fémur tu nombre en el suelo.
¡Shhhhh!
Silencio que ya llega, no te escondas,
Sabe de ti. Solo quiere copular contigo.

Crujen sus dientes, eléctricos.
Y flotan las plumas rodeándola.
Carga su aura con misterio, ella es así.
¡Shhhhh!
Siempre le gustó jugar con la comida.
Tranquila, no te hará sangre.

Ya no falta nada…
Distingo a la perfección su rechinar de dientes.
Ya se le caen, de uno en uno, de tanto apretarlos…
¡Shhhhh!
Viene muda, sin cuencas oculares.
Es mi amiga, ¿Por qué la llamas muerte?

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