No te pares en medio del trigo
Pues el viento lejano sopla
Y acalora las almas que el sudor baña
Cada mañana hasta el atardecer
En desagradecidos crujidos vertebrales.
Una serpiente despelleja
Como una puta barnizada
Y resbalará por tu entrepierna
Para engullir tu turgencia
Y hacerte esclavo de sus escamas.
Supedita la pulsión a la inocente ternura.
Desnuda almas y no cuerpos violetas.
Una serpiente es puta. Barnizada.
Y su pellejo enreda besos de ciego
Y devora semen de cuerpos cándidos.
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